La frase "te falta un tornillo" es una expresión comúnmente utilizada para señalar que alguien tiene comportamientos extraños o incluso se está volviendo loco. Pero, ¿cuál es el origen de esta expresión? Para entenderlo, debemos adentrarnos en la historia de los tornillos y su relación con la industria ferretera.
El tornillo, es un componente que fue creado para ser un elemento de sujeción, su invención tiene registro en el siglo III a.C y es atribuido a los griegos , quienes lo utilizaban para prensar el aceite de oliva. Sin embargo, fue durante en el siglo XVIII cuando el tornillo adquirió una importancia aún mayor con la Revolución Industrial.
Durante este período, la fabricación de tornillos se volvió más eficiente gracias a la invención de la máquina de roscar, esta innovación permitió la producción en masa de tornillos y tuercas, sentando las bases de la industria ferretería moderna.
La expresión "te falta un tornillo" parece haber surgido en este contexto. Se dice que los trabajadores de la industria ferretera eran conocidos por su meticulosidad, ya que un solo tornillo mal colocado o ausente generaba que la máquina trabajara de forma extraña, como si se hubiera vuelto loca; esto suponía peligro para la integridad de la maquinaria y los obrero, a lo largo del tiempo, esta expresión trascendió el ámbito de la industria ferretera y se convirtió en una forma coloquial de señalar comportamientos incoherentes o irracionales en cualquier contexto. Hoy en día, es ampliamente utilizada en diversos idiomas y culturas.
Así que la próxima vez que escuches a alguien decir "te falta un tornillo", recuerda que esta frase tiene un vínculo fascinante con la industria ferretera y la precisión en la manufactura de tornillos que ha perdurado a lo largo de los siglos.